Escucha, pero no hagas caso, no sigas a nadie.
Escucha bien, pero sigue tu propia intuición, no sigas el consejo ajeno. Escucha, eso sí, meditativamente; intenta comprender lo que tratan de comunicarte. Tal vez tengan buena voluntad al hacerlo, pero si sigues su consejo ciegamente nunca llegaras a conectar con tu propia inteligencia. Dependerás de unas muletas; siempre buscarás a otros para que te digan lo que tienes o no tienes que hacer. Siempre necesitarás lideres..., todo lo cual te colocará en un estado nada saludable.
Escucha porque la gente tiene grandes experiencias, y si tienen ganas de compartirlas contigo sería una tontería no escuchar. Compartír sus experiencias puede que te proporcione alguna intuición- te puede ayudar a ser más conciente-, pero no sigas sus consejos.
La gente sigue a otros literalmente y se vuelven ciegos. Cuando los demás te ofrecen todo lo que necesitas, entonces, ¿para qué necesitas tus ojos?. Y cuando los demás mastican por ti, ¿para qué necesitas masticar por ti mismo?. Poco a poco te iras debilitando, empobreciendo y estareis cada vez más hambriento.
Un hombre que acababa de abrir una tienda tenía un gran cartel encima de la puerta que decía: "Aquí se vende pescado fresco".
Llegó un amigo que le dijo:
-¿Por qué has puesto "aquí" en el anuncio?
Así que cortó lo de "aquí".
Luego vino otro y le dijo:
-¿Se vende?, pues claro que lo vendes!!!,¿o es que acaso lo regalas?
Así que quitó el "se vende"
Apareció un tercero y le dijo:
-¿Pescado fresco?, tiene que ser fresco, ¿es que te crees que vendría alguien a comprar pescado podrido?, quita lo de "fresco".
El tendero así lo hizo. Ahora solo quedaba la palabra "pescado" y apareció un cuarto conocido que dijo:
-¿Pescado?, ¡Tiene gracia que lo pongas!, puede olerse a un kilometro.
El tendero acabó quitando la última palabra del anuncio.
Llegó un quinto y le dijo:
-¿Que sentido tiene tener colgado un cartel en blanco sobre la tienda?
El tendero acabó quitando el cartel.
Vino un sexto y dijo:
-Has abierto una tienda muy grande. ¿No podrías colgar un cartel que diga: "Aquí se vende pescado fresco"?.
Pues eso es lo que ocurre cuando escuchas a la gente, que cada vez estas más confundido; así es como te confundes. Tú confusión es la siguiente: que has estado escuchando a demasiadas personas que te han ofrecido consejos distintos. Y no digo que lo hiciesen con mala idea; lo hacen con buena intención, pero no muy conscientemente, de otro modo no te darían consejos. Te darían un punto de vista, una intuición, pero no un consejo. No te dirán qué tienes que hacer y que no. Te ayudaran a hacerte más conciente de manera que puedas ver por ti mismo lo que tienes o no tienes que hacer.
Extracto del "Libro de la vida y de la muerte" de Osho
2 comentarios:
Buddha dijo en el Kâlâma Sutta
No creáis en lo que hayáis escuchado;
no creáis en las tradiciones, porque hayan sido transmitidas por generaciones;
no creáis nada debido a rumores o a lo dicho por muchos;
no creáis meramente debido a una declaración escrita por un antiguo sabio;
no creáis en conjeturas;
no aceptéis como verdad aquello a lo que estéis apegados por hábito;
no creáis simplemente en la autoridad de vuestros maestros y de los ancianos.
Luego de la observación y el análisis, si algo es concordante con la razón y es conducente hacia el bien y beneficio de todos y cada uno, sólo entonces aceptadlo y vivid de acuerdo a ello
Hermoso comentario Ale!!!. Realmente le hacen custionar a uno muchas cosas, y derriba mitos sociales y culturales. Nos hace estar más alerta para utilizar el propio razonamiento y a no aceptar todo sin más, nos despabila del aletargamiento y el sueño.
Gracias por tus palabras.
Aquí va otro fragmento...
El último mensaje de Buda al mundo fue:
*Appo dipo bhava*, "Sé tu propia Luz". Sus discípulos lloraron, diez mil sannyasins le rodeaban... estaban tristes, claro está, y vertieron lágrimas; su maestro se iba. Y el Buda les dijo:
-No lloreis. ¿Por qué Lloráias?.
Ananda, uno de los discípulos, dijo:
-Porque nos dejáis, porque erais nuestra única esperanza, porque teníamos la esperanza de que a través de vos podríamos obtener la verdad.
Para responder a Ananda, el Buda dijo:
-No te preocupes por eso. Yo no puedo darte la verdad; nadie puede dártela, no es transferible. Debes alcanzarla por ti mismo. Sé tu propia luz.
Mi actitud es la misma. No necesitais creer en mí. No quiero creyentes aquí. Quiero buscadores, pues el buscador es un fenómeno completamente distinto. El creyente no es un buscador. El creyente no quiere buscar, por eso cree. El creyente quierte evitar la búsqueda, por eso cree. El creyente quiere ser liberado, salvado, necesita un redentor. Siempre está buscando un mesías, alguien que pueda comer por él, masticar por él, digerír por él. Pero si soy yo el que come, a ti no se te pasará el hambre. Nadie puede salvarte excepto tú mismo.
El libro de la Vida y de la Muerte(Celebrando la Vida - Celebrando la Muerte)
OSHO
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