Nasr-ed-Din significa "victoria de la fe" y
Hodja, "el maestro" o "el profesor". También se le conoce como "El maestro Nasreddin" (
Nasreddin Hodja) y
Mulá Nasrudín.
Su origen es medieval y se le conoce en lugares como Egipto, Síria, Asia central, Pakistán y la India. También en Turquía y Rusia. Su fama se extiende desde Mongolia hastaTurquía, e incluso el sur de Italia, en Sicilia (donde es conocido por el nombre de
Giufà) y en Cerdeña, y sus aventuras y anécdotas se cuentan en multitud de lenguas distintas.
Nasrudín es un Mulá (maestro) que protagoniza una larga serie de historias-aventuras-cuentos-anécdotas, representando distintos papeles: agricultor, padre, juez, comerciante, sabio, maestro o tonto. Cada una de estas historias cortas hace reflexionar a quién la lee u oye, como una fábula, y además suelen ser humorísticas, con el humor simple de lo cotidiano, a veces con contrasentidos y aparentes absurdos.
Sus enseñanzas, que han sido y son utilizadas por los maestros del sufismo, van desde la explicación de fenómenos científicos y naturales, de una manera más fácilmente comprensible, a la ilustración de asuntos morales.
Idries Shah popularizó en Occidente al personaje a través de diversas recopilaciones de estos cuentos breves rescatados de la literatura y tradición oral de las culturas donde es conocido.
Los cuentos de Nasrudin actualmente llegan a ser aproximadamente 378. Estos fueron compilados por Idries Shah. Son textos que tratan de distintos temas, generalmente morales, cuyas enseñanzas se amparan del ingenio y el humor.
Shah, divulgador de la cultura sufí en occidente, siempre consideró que la sabia y absurda lógica de los cuentos de Nasrudín era uno de los métodos más ingeniosos que tenían los sufíes para romper la forma de pensar habitual, adentrándose así en un mundo despojado de prejuicios.
Nasrudin es considerado un
Don Quijote islámico porque acostumbra a ser cuerdo en su locura y abarca todo el ingenio popular de oriente medio transmitiendo de forma simplificada las enseñanzas del sufismo.
Acostumbra a realizar una crítica caústica y mordaz de los comportamientos inadecuados del islamismo, representado en muchos cuentos por imanes, jueces y personeros de la religión, representando él mismo los valores de un religioso sufi.
*CUENTOS*
¿CÓMO LO HICISTE?:
Hodja se durmió un día en la corte, por lo cual fué agriamente criticado.
Nasruddin ofuscado replicó:
-La humanidad está dormida, el sueño del sabio es poderoso, y la "vigilia" del hombre vulgar es casi inútil para cualquiera.
El Rey, ante este comentario, se sintió molesto.
Al día siguiente, después de una pesada comida, Hodja se quedó nuevamente dormido y el Rey lo hizo llevar a un cuarto vecino. Cuando la corte estaba a punto de retirarse, Nasrredin, todavía adormilado, fué llevado nuevamante al salón de audiencias.
-Te has quedado dormido de nuevo-le dijo el Rey irritado.
- He estado tan despierto como necesitaba estarlo-contestó serenamente Hodja.
-Muy bien, dime entonces, que sucedió miestras estabas duera de esta sala?.
Para asombro de todos, Nasreddin repitió una larga y complicada historia que el Rey había relatado.
-¿Cómo lo hiciste?-preguntaron los presentes admirados.
-Es sencillo-dijo Hoja-pude ver por la expresión en la cara del Rey, que estaba a punto de contar esa vieja historia, por eso me fuí a dormir mietras la relataba.
(No vivimos distintos días, sino un día repetido muchas veces hasta nuestra muerte. Salvo que nos liberemos de nuestrtos hábitos mecanicos; cada día consiste en una sucesión o pasaje inconciente de una conducta mecánica a otra; hablamos lo mismo, ponemos los mismos gestos, transitamos las mismas calles, como autómatas, expresado en el cuento de una forma categórica por el comentario de Nasreddin al rey: "La humanidad está dormida, el sueño del sabio es poderoso y la "vigilia" del hombre vulgar es casi inútil para cualquiera.)
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Una tarde se declaró un incendio en la casa de Nasreddin.
Su vecino al ver las llamas desde la calle, corrió apresuradamente para avisarle a Hodja, que descansaba placidamente en la casa de té.
-Nasruddin, Nasruddin, tu casa se está quemando!-le dijo su vecino agitado.
-Querido amigo, mi mujer y yo nos hemos repartido las responsabilidades de nuestra pareja; yo me ocupo por mi parte, de los asuntos externos y es a mi mujer que le corresponde solucionar los problemas de la casa. Ella se encucentra en este momento en la casa de su madre, así es que, por favor, tómate la molestia de ir a prevenirla.
(Otra vez la mecanicidad está representada por: "Descansaba plácidamente en la casa de té"...
Aquí el condicionamiento está unido a la pereza y el egoísmo, es decir a la propia conveniencia, y al camino del menor esfuerzo.)